CENTRO DE
ESTUDIOS TECNOLÓGICOS industrial y de servicios No. 123
MODULO:
ILUSTRA Y DIGITALIZA IDEAS Y CONCEPTOS PARA CONFORMAR MENSAJES VISUALES
ANTECEDENTES
HISTORICOS DE DE LAS CORRIENTES ARTISTICAS: ARQUITECTURA
FACILITADOR:
LIC.MARÍA GUADALUPE HERRERA SÁNCHEZ
INTENGRANTES: MONSERRATH BERENICE AVENDAÑO CARRERA
ANA LUISA RAMÍREZ FLORES
RUBI VALENCIA ARIZA
DIANA JÍMENES ÁVILA
INDICE
Antecedentes históricos de la
arquitectura 3
La práctica
profesional de la arquitectura 3
Arquitectura
por periodos históricos (mundo occidental) 4
Otras
tradiciones arquitectónicas
6
Galería de
imágenes
7
Historia de
la arquitectura 9
Prehistoria
9
Antigüedad
9
Antigüedad clásica
10
Edad
media
11
Edad
moderna
12
Renacimiento
13
Manierismo
14
Siglo XVII Y
XVIII
14
Arquitectura
barroca
15
Arquitectura
neoclásica 15
Edad
contemporánea
16
Siglo
XIX
16
Siglo XX
arquitectura moderna y contemporánea 17
Web
grafía
18
ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA ARQUITECTURA
La arquitectura es el arte y técnica de proyectar y diseñar edificios, otras estructuras y espacios que forman
el entorno humano. El término «arquitectura» proviene del griegoαρχ (arch, cuyo significado es ‘jefe’, ‘quien tiene el mando’), y τεκτων
(tekton, es decir, ‘constructor’ o ‘carpintero’). Así, para los antiguos griegos el arquitecto es el jefe o el director de la construcción y la arquitectura es la
técnica o el arte de quien realiza el proyecto y dirige la construcción de los
edificios y estructuras, ya que la palabra Τεχνη (techne)
significa ‘saber hacer alguna cosa’. De ella proceden las palabras «técnica» y
también «tectónico» (‘constructivo’)
La práctica profesional de la arquitectura
El arquitecto debe ser el individuo que domine todos los conocimientos científicos y
artísticos de su época.
Tradicionalmente, la
arquitectura ha sido considerada una de las siete Bellas
Artes. Determinados edificios u otras construcciones
son obras de arte ya que
pueden ser considerados primariamente en función de su forma o estructura
sensible o de su estética. Desde este punto de vista, aunque los medios de la arquitectura puedan
consistir en muros, columnas, forjados, techos y demás elementos
constructivos, su fin es crear espacios con sentido donde los seres humanos
puedan desarrollar todo tipo de actividades. Es en este "tener
sentido" en que puede distinguirse la arquitectura (como arte) de la mera
construcción. Así es como ésta es capaz de condicionar el comportamiento del
hombre en el espacio, tanto física como emocionalmente. Aunque en la actualidad
suele considerarse que la principal actividad de la arquitectura va dirigida al
diseño de espacios para el refugio y la habitación (las viviendas), sólo a partir del siglo XIX comenzaron los arquitectos a preocuparse por el problema del
alojamiento, la habitabilidad y la higiene de las viviendas, y a ampliar su ámbito de actuación más allá de los
monumentos y edificios representativos.
La evolución a la
especialización y la separación de ámbitos laborales es similar a la de otras
profesiones. En los siglos pasados los arquitectos no solo se ocupaban de
diseñar los edificios sino también de asuntos que hoy competen a otras
profesiones diversas. Diseñaban plazas, alamedas y parques, especialización que
hoy se conoce como exteriorismo o paisajismo.
La especialización de los
arquitectos en la creación de objetos utilizados en las edificaciones, tales
como los muebles, ha dado como resultado el nacimiento de la profesión de diseño industrial. Hoy, los profesionales que proyectan y planifican el desarrollo de los
sistemas urbanos son los urbanistas. Esta última profesión tiene estudios separados en algunos países,
mientras que en otros sus atribuciones son desarrolladas por arquitectos e ingenieros civiles, de forma conjunta o independiente.
Arquitectura por periodos históricos (mundo
occidental)
Edad
Antigua
- Arquitectura de Mesopotamia
- Arquitectura
caldea
- Arquitectura
asiria
- Arquitectura medo-persa
- Arquitectura
egipcia
- Arquitectura mesoamericana
- Arquitectura
egea
- Arquitectura griega clásica
- Arquitectura
etrusca
- Arquitectura
romana
- Arquitectura paleocristiana
Edad
Media
- Arquitectura
rusa
- Arquitectura
bizantina
- Arquitectura
visigoda
- Arquitectura
prerrománica (Prerrománico
asturiano)
- Arquitectura merovingia
- Arquitectura
arábiga
- Arquitectura
románica
- Arte
cisterciense
- Arquitectura
gótica
Época
Moderna
- Arquitectura renacentista
- Arquitectura
barroca
- Arquitectura neoclásica
- Arquitectura colonial española
Siglo
XIX
Siglo
XX
- Modernismo o Art
Nouveau
- Arquitectura
moderna
- Movimiento
Moderno
- Realismo
socialista
- Arquitectura
orgánica
- Arquitectura
High Tech
- Arquitectura postmoderna
- Deconstructivismo
- Arquitectura sustentable
Siglo
XXI
Otras tradiciones arquitectónicas
Cualquier cultura o civilización humana tiene su
propia tradición arquitectónica que implica diferentes maneras de pensar,
ordenar y crear estructuras o espacios físicos derivadas de las peculiaridades
del ambiente físico en el que se desarrollaron (clima, materiales de
construcción...) como del ambiente cultural (historia, religión, estructura
social, tecnologías...).
- Arquitectura en la América precolombina
- Arquitectura
china
- Arquitectura
india
- Arquitectura
islámica
- Arquitectura
japonesa
- Arquitectura
mogol
- Arquitectura
rusa
- Arquitectura del Sudeste Asiático
- Arquitectura
vernácula
Galería de imágenes
1Machu Picchu (Perú). 2
Machu Picchu (Perú). 3Templo de Luxor (Egipto). 4Partenón (Atenas, Grecia). 5Coliseo (Roma, Italia). 6Chichén Itzá (México). 7Santa María del Fiore (Florencia,
Italia) 8Basílica de San Pedro (Ciudad del Vaticano). 9Santa Sofía (Estambul, Turquía). 10Duomo (Milán,
Italia). 11Catedral de San
Pablo (Londres, Reino Unido). 12Auditorio de Tenerife (Santa Cruz de Tenerife, España). 13Walt Disney Concert Hall (Los Ángeles, Estados Unidos). 14Town Hall (Londres, Reino Unido). 15L'Hemisfèric (Valencia, España). 16Casa Danzante (Praga, República checa).
HISTORIA DE LA
ARQUITECTURA
La Historia de la arquitectura es una
subdivisión de la Historia del
arte encargada del estudio de la evolución
histórica de la arquitectura, sus principios, ideas y realizaciones. Esta disciplina, así como
cualquier otra forma de conocimiento histórico, está sujeta a las limitaciones y fortalezas de la historia como ciencia: existen diversas perspectivas en relación a su estudio, la mayor parte
de las cuales son occidentales.
En la mayoría de los
casos -aunque no siempre- los periodos estudiados corren paralelos a los de la
Historia del arte y existen momentos en que las estéticas se sobreponen o se confunden. No es de extrañar que una estética vanguardista en las artes
plásticas aún no haya
encontrado su representación en la arquitectura y viceversa
LA
PREHISTORIA
Durante la prehistoria surgen los primeros
monumentos y el hombre comienza a dominar la técnica de trabajar la piedra.
El surgimiento de la
arquitectura está asociado a la idea de abrigo. El abrigo, como construcción
predominante en las sociedades primitivas, será el elemento principal de la
organización espacial de diversos pueblos. Este tipo de construcción puede ser
observado aún en sociedades no integradas totalmente a la civilización occidental, tal como los pueblos
amerindios, africanos y
aborígenes, entre otros. La presencia del concepto de abrigo en el inconsciente
colectivo de estos pueblos es tan fuerte que marcará la cultura de diversas
sociedades posteriores: varios teóricos de la arquitectura en momentos diversos
de la historia (Vitruvio en la antigüedad, LeonBattista Alberti en el Renacimiento, y Joseph Rykwert más recientemente) evocaron el mito de la cabaña primitiva. Este mito, con variantes según la fuente, postula que el ser humano
recibió de los dioses la sabiduría para la construcción de su abrigo,
configurado como una construcción de madera compuesta por cuatro paredes y un tejado de dos aguas.
ANTIGÜEDAD
A medida que las
comunidades humanas evolucionaban y aumentaban, presionadas por las amenazas
bélicas constantes, la primera modalidad arquitectónica en desarrollarse fue
esencialmente la militar. En ese periodo surgieron las primeras ciudades cuya configuración estaba limitada por la existencia de murallas y por la protección de amenazas exteriores.
La segunda tipología
desarrollada fue la arquitectura religiosa. La humanidad se confrontaba con un mundo poblado de dioses vivos, genios y demonios: un mundo que aún no
conocía ninguna objetividad científica. El modo en que los individuos lidiaban con la
transformación de su ambiente inmediato estaba por entonces muy influenciado por las creencias
religiosas. Muchos aspectos de la vida cotidiana estaban basados en el respeto
o en la adoración a lo divino y lo sobrenatural. El poder divino, por lo tanto, era equivalente (o aún superaba) el
poder secular, haciendo que los principales edificios dentro de las ciudades
fueran los palacios y los templos. Esta importancia de los edificios hacía que la figura del arquitecto estuviera asociada a los sacerdotes (como en el Antiguo Egipto) o a los propios gobernantes y que la ejecución fuera acompañada por
diversos rituales que simbolizaban el contacto del hombre con lo divino.
Las ciudades marcaban
una interrupción de la naturaleza salvaje, eran consideradas un espacio sagrado en medio del espacio
natural. De la misma forma, los templos dentro de las ciudades marcaban la vida
de los dioses en medio del ambiente humano.
Las necesidades de
infraestructura de aquellas primeras ciudades también hicieron necesario el
progreso técnico de las obras de ingeniería
ANTIGÜEDAD
CLÁSICA
La arquitectura y el urbanismo practicados por los griegos y romanos se distinguía claramente de la de los egipcios y babilonios en la medida en que la vida civil pasaba a tener más importancia. La ciudad se convierte en el elemento principal de la vida política y social de
estos pueblos: los griegos se desarrollaron en ciudades
estado y el Imperio romano surgió de una única ciudad. El arquitecto griego Hipódamo de Mileto es considerado el primer urbanista de la historia. El ejemplo más conocido de este tipo de arquitectura
corresponde a Apolodoro de Damasco.
Durante los periodos y
civilizaciones anteriores, los asuntos religiosos eran ellos mismos el motivo y
el mantenimiento del orden establecido; en el periodo grecorromano el misterio religioso traspasó los límites del templo-palacio y se hizo
asunto de los ciudadanos (o de la polis): surge ahí la palabra política, absolutamente relacionada a la idea de ciudad.
Mientras los pueblos
anteriores desarrollaron sólo las arquitecturas militar, religiosa y
residencial, los griegos y romanos fueron responsables del desarrollo de
espacios propios a la manifestación ciudadana y de los quehaceres cotidianos:
el ágora griega se definía
como un gran espacio libre público destinado a la realización de asambleas,
rodeado por templos, mercados y edificios públicos. El espacio del ágora se convirtió en un símbolo de la nueva visión de mundo, que
incluía el respeto a los intereses comunes, e incentivador del debate entre ciudadanos,
en lugar del antiguo orden despótico.
Los asuntos religiosos
aún poseían un papel fundamental en la vida mundana, pero ahora fueron
incorporados a los espacios públicos de la pólis. Los rituales populares eran
realizados en espacios construidos para tal fin, en especial la acrópolis. Cada lugar poseía su
propia naturaleza (GeniusLocci), insertados en un mundo que convivía con el mito: los templos pasaron a ser construidos en la cima de las colinas
(creando un marco visual en la ciudad baja y posibilitando un refugio a la
población en tiempos de guerra) para estar más cerca de los cielos
EDAD
MEDIA
Los principales hechos
que influyeron la producción arquitectónica medieval fueron el enrarecimiento de la vida en las ciudades (con la consecuente
ruralización y feudalización de Europa) y la hegemonía en
todos los órdenes de la Iglesia Católica. A medida que el poder secular se sometía al poder papal, pasaba a ser la Iglesia la que aportaba el capital necesario para el
desarrollo de las grandes obras arquitectónicas. La tecnología del periodo se desarrolló principalmente en la construcción de las catedrales, estando el conocimiento arquitectónico bajo el control de los gremios.
Durante prácticamente
todo el periodo medieval, la figura del arquitecto (como creador solitario del
espacio arquitectónico y de la construcción) no existe. La construcción de las
catedrales, principal esfuerzo constructivo de la época, es acompañada por toda
la población y se inserta en la vida de la comunidad a su alrededor. El
conocimiento constructivo es guardado por los gremios, que reunían decenas de
maestros y obreros (los arquitectos de hecho) que conducían la ejecución de las
obras pero también las elaboraban. Es el origen de las asociaciones que
terminarán conociéndose como masonería (masón = albañil).
La Cristiandad definió una nueva visión del mundo, que no sólo sometía los deseos humanos a los designios divinos, sino
que esperaba que el individuo buscara lo divino. En un primer momento, y debido
a las limitaciones técnicas, la concepción del espacio arquitectónico de los
templos se vuelve hacia adentro, según un eje que incita al recogimiento. Más
tarde, con el desarrollo de la arquitectura gótica, se busca alcanzar los cielos a través de la inducción de la perspectiva hacia lo alto.
EDAD
MODERNA
Con el fin de la Edad
Media la estructura de poder europea se modifica radicalmente. Comienzan a
surgir los estados nación y, a pesar de la aún fuerte influencia de la Iglesia Católica, el poder
secular vuelve al poder, especialmente con las crisis recurrentes de la Reforma Protestante.
El Renacimiento abrió la Edad Moderna, rechazando la estética y cultura medieval y proponiendo una nueva
posición del hombre ante el Universo: el Antropocentrismo frente al Teocentrismo medieval. Antiguos tratados arquitectónicos romanos son redescubiertos
por los nuevos arquitectos, influenciando profundamente la nueva arquitectura.
La relativa libertad de investigación científica que se obtuvo llevó al avance
de las técnicas constructivas, permitiendo nuevas experiencias y la concepción
de nuevos espacios.
Algunas regiones italianas, en especial Florencia, debido al control de las rutas comerciales que llevaban a Constantinopla, se convierten en grandes potencias mundiales y es allí donde se
desarrollaron las condiciones para la creación del arte
renacentista.
RENACIMIENTO
El espíritu
renacentista evoca las cualidades intrínsecas del ser humano. La idea de progreso del hombre - científico, espiritual, social - se hace un objetivo
importante para el periodo. La antigüedad clásica redescubierta y el humanismo surgen como una guía para la nueva visión de mundo que se manifiesta en
los artistas del periodo.
La cultura
renacentista se muestra multidisciplinar e interdisciplinar. Lo
que importa al hombre renacentista es el culto al conocimiento y a la razón, no habiendo para él separación entre las ciencias y las artes. Tal cultura se mostró un campo fértil para el desarrollo de la
arquitectura.
La arquitectura
renacentista se mostró clásica, pero no se pretendió ser neoclásica. Con el descubrimiento de los antiguos tratados (incompletos) de la
arquitectura clásica (de entre los cuales, el más importante fue De Architectura de Vitruvio, base para el tratado De re aedificatoria de Alberti), se dio margen a una nueva interpretación de aquella
arquitectura y su aplicación a los nuevos tiempos. Conocimientos obtenidos
durante el periodo medieval (como el control de las diferentes cúpulas y arcadas) fueron aplicados de
formas nuevas, incorporando los elementos del lenguaje clásico.
El descubrimiento de
la perspectiva es un aspecto
importante para entender el periodo (especialmente la perspectiva cónica): la idea de infinito relacionada con el concepto del punto de fuga, fue profusamente utilizada como herramienta escénica en la concepción
espacial de aquellos arquitectos. La perspectiva representó una nueva forma de
entender el espacio como algo universal, comprensible y controlable
mediante la razón. El dibujo se hizo el principal medio de diseño y es así como surge la figura del arquitecto singular (diferente de la
concepción colectiva de los maestros de obra medievales). Los nuevos
métodos de diseñar los proyectos influyeron en la concepción espacial de los
edificios, en el sentido en que las percepciones visuales podían ser
controladas y enfatizadas desde puntos de vista específicos. El poder
representar fielmente la realidad mediante la perspectiva, no se limitó a sólo describir
las experiencias conocidas, sino también a anticiparlas posibilitando proyectar
imágenes de características realistas.
Entre los principales
arquitectos del Renacimiento se incluyen Vignola, Alberti, Brunelleschi y Miguel Ángel.
MANIERISMO
Con la evolución del Renacimiento y el constante
estudio y aplicación de los ideales clásicos, comienza a surgir entre los
artistas del periodo un sentimiento anticlásico, aunque sus obras
continuaran siendo en esencia predominantemente clásicas. En este momento surge
el manierismo.
Los arquitectos manieristas (que rigurosamente pueden
continuar siendo llamados renacentistas) se apropian de las formas clásicas
pero comienzan a deconstruir sus ideales. Algunos elementos del manierismo:
- son constantes las referencias visuales en
espacios internos a los elementos típicos de la composición de espacios
externos: ventanas que se vuelven
para dentro, tratamiento de escaleras externas en
alas interiores de edificios, etc.
- el ya consagrado dominio de la perspectiva
permite experimentos diversos que huyen al espacio perspectivo de los
periodos anteriores.
Miguel Ángel es uno de los arquitectos
renacentistas que pueden ser llamados manieristas.
SIGLO
XVII Y XVIII
Los siglos siguientes al Renacimiento asistieron a
un proceso cíclico de constante alejamiento y aproximación del ideario clásico.
El Barroco, en un primer momento, potencia el descontento del
Manierismo por las normas clásicas y propicia la génesis de un tipo de
arquitectura inédita, aunque frecuentemente posea conexiones formales con el
pasado. De la misma forma que el Barroco representó una reacción al
Renacimiento, el Neoclásico, más tarde, constituirá una reacción al
Barroco y a la recuperación del ideario clásico. Este periodo de dos siglos,
por lo tanto, será marcado por un ciclo de dudas y certezas acerca de la
validez de las ideas clásicas
ARQUITECTURA
BARROCA
El Barroco surge en el escenario artístico europeo en
dos contextos muy claros durante el siglo XVII: de entrada había la
sensación de que, con el avance científico representado por el Renacimiento, el
Clasicismo, aunque hubiera
ayudado en este progreso, no estaba en condiciones de ofrecer todas las
respuestas necesarias a la dudas del hombre. El Universo ya no era el mismo, el
mundo se había expandido y el individuo quería experimentar un nuevo tipo de
contacto con lo divino y lo metafísico. Las formas lujuriantes del Barroco, su
espacio elíptico, definitivamente
antieuclidiano, fueron una respuesta a estas necesidades.
El segundo contexto es la Contrarreforma promovida por la Iglesia
Católica. Con el avance del protestantismo, el antiguo orden cristiano romano (que,
en cierto sentido, había incentivado el advenimiento del mundo renacentista)
estaba siendo suplantado por nuevas visiones de mundo y nuevas actitudes ante
lo Sagrado. La Iglesia sintió la necesidad de renovarse para no perder los
fieles y vio en la promoción de una nueva estética la oportunidad de
identificarse con este nuevo mundo. Las formas del barroco fueron promovidas
por la institución en todo el mundo (especialmente en las colonias recién
descubiertas), haciéndolo el estilo católico, por excelencia.
ARQUITECTURA
NEOCLASICA
A finales del siglo XVIII e inicios del XIX, Europa asistió a un gran avance tecnológico, resultado
directo de los primeros momentos de la Revolución
industrial y de la cultura de la Ilustración. Fueron descubiertas
nuevas posibilidades constructivas y estructurales, de forma que los antiguos
materiales (cómo la piedra y la madera) pasaron a ser sustituidos gradualmente por el hormigón (y más tarde por el hormigón
armado) y por el metal.
Paralelamente, profundamente influenciados por el
contexto cultural de la Ilustración europea, los arquitectos
del siglo XVIII pasaron a rechazar
la religiosidad intensa de la estética anterior y la exageración lujuriante del
Barroco. Se buscaba una síntesis espacial y formal más racional y objetiva,
pero aún no se tenía una idea clara de cómo aplicar las nuevas tecnologías en
una nueva arquitectura. Insertados en el contexto del Neoclasicismo en las artes, aquellos
arquitectos vuelcan en la arquitectura para los nuevos tiempos el ideal
clásico.
El Neoclasicismo no pretendió, de hecho, un estilo
nuevo (diferente del arte clásico renacentista). Era mucho más una
reinterpretación del repertorio formal clásico y menos una experimentación de
esta formas, teniendo como gran diferencia la aplicación de las nuevas
tecnologías.
EDAD
CONTEMPORANEA

La arquitectura que surge con la Edad Contemporánea irá, en mayor o menor grado, a reflejar los
avances tecnológicos y las paradojas socioculturales generadas por el
advenimiento de la Revolución industrial. Las ciudades pasan a crecer de modo
desconocido anteriormente y nuevas demandas sociales relativas al control del
espacio urbano deben ser respondidas por el Estado, lo que acabará llevando al
surgimiento del urbanismo
como disciplina académica. El papel de la arquitectura (y del arquitecto) será
constantemente cuestionado y nuevos paradigmas surgen: algunos críticos alegan
que surge una crisis en la producción arquitectónica que permea todo el siglo XIX y
solamente será resuelta con la llegada de la arquitectura moderna
SIGLO
XIX
Todo el siglo XIX asistirá a una serie de crisis
estéticas que se traducen en los movimientos llamados historicistas: bien por el hecho
de que las innovaciones tecnológicas no encuentren en aquella contemporaneidad
una manifestación formal adecuada, bien por diversas razones culturales y
contextos específicos, los arquitectos del periodo veían en la copia de la
arquitectura del pasado y en el estudio de sus cánones y tratados un lenguaje
estético legítimo.
El primero de estos movimientos fue el ya citado
Neoclásico, pero también va a manifestarse en la arquitectura
neogótica inglesa, profundamente asociada a los ideales románticos nacionalistas. Los
esfuerzos historicistas que tuvieron lugar principalmente en Alemania, Francia e Inglaterra por razones ideológicas,
vendrían más tarde a transformarse en un mero conjunto de repertorios formales
y tipológicos diversos, que evolucionarían hacia el Eclecticismo, considerado por
muchos como el más decadente y formalista de entre todos los estilos
historicistas.
La primera tentativa de respuesta a la cuestión tradición
x industrialización (o entre las artes y los oficios) se dio con el
pensamiento de los románticos John Ruskin y William Morris, proponentes de un
movimiento estético que fue conocido justamente con el nombre de Arts&Crafts (cuya traducción
literal es "artes y oficios"). El movimiento propuso la investigación
formal aplicada a las nuevas posibilidades industriales, viendo en el artesano una figura a destacar:
para ellos, el artesano no debería extinguirse a causa de la industria, sino hacerse su agente
transformador, su principal elemento de producción. Con la disolución de sus
ideales y la dispersión de sus defensores, las ideas del movimiento evolucionaron,
en el contexto francés, hacia la estética del Art nouveau, considerado
el último estilo del siglo XIX y el primero del siglo XX.
Siglo XX: arquitectura
"moderna" y "contemporánea"
Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara una
distinción entre los arquitectos que estaban más próximos de las vanguardias
artísticas en curso en Europa y aquellos que practicaban una
arquitectura conectada a la tradición (en general de características
historicistas, típica del eclecticismo). Aunque estas dos corrientes
estuvieran, en un primer momento, llenas de matices y medios términos, con la
actividad "revolucionaria" propuesta por determinados artistas, y
principalmente con la actuación de los arquitectos conectados a la fundación de
la Bauhaus en Alemania, con la
Vanguardia
rusa en la Unión
Soviética y con el nuevo pensamiento arquitectónico propuesto por Frank Lloyd
Wright en los EEUU, la diferencia
entre ellas queda nítida y el debate arquitectónico se transforma, de hecho, en
un escenario poblado de partidos y movimientos caracterizados.
La renovación estética propuesta por las vanguardias
(especialmente por el cubismo, el neoplasticismo, el constructivismo y la abstracción) en el campo de las
artes plásticas, se abre el camino para una aceptación más natural de las
propuestas de los nuevos pensamientos arquitectónicos. Estas propuestas se
basaban en la creencia en una sociedad regulada por la industria, en la cual la máquina surge como un elemento
absolutamente integrado en la vida humana y en la cual la naturaleza no está sólo dominada,
sino que también se proponen nuevas realidades distintas de la natural.
WEBGRAFIA
















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